27 Jun Como hablar a tus células para sanar
En el artículo de hoy os voy ha enseñar cómo conseguir el estado de salud y bienestar, que es, según nuestra naturaleza, el estado en el que deberíamos estar.
En muchas ocasiones hemos hablado del poder mental/cuántico que todos tenemos, cada vez somos más conscientes de esta realidad y las pruebas científicas lo demuestran y respaldan cada vez con más fuerza.
El tema de la salud no es un excepción en este campo cuántico. Y podemos influir con nuestros pensamientos positivos, en el bienestar y recuperación de nuestras células y órganos.
Los estudios científicos cada vez se aceran más a esta idea, en el libro “La Vida Secreta de las Células” de Robert B Stones, nos muestra que podemos hablar y comunicarnos con nuestras células para que trabajen en nuestra propia salud.
Y es más, se ha demostrado en numerosos estudios, que cuando entramos en estado de quietud y relajación, y nos imaginamos o visualizamos a otra persona, nuestras neuronas cerebrales entran en contacto con esta otra persona.
Cada vez son más los estudios que, delante de científicos boquiabiertos, se demuestra una vez más, que las terapias a distancia y cuánticas son reales y efectivas. Acogiendo la idea de que todos formamos parte de una unidad, campo o colectivo. Carl Gustav Jung llamó a ese lugar “Inconsciente Colectivo”, Rupert Sheldrake “Campo Morfogenético” y el método Silva lo denominó “Inteligencia Superior”.
Denominen como lo denominen, nuestra mente, nuestro mundo cuántico, puede conectarse con otras mentes, y nuestras neuronas cerebrales se pueden conectar con las neuronas de otras personas.
Debemos ser bien conscientes del poder de la mente.
Si cierras los ojos y piensas con amor en otra persona, estarás ayudando a aumentar la frecuencia y vibración de el/la.
Conceptos básicos para hablar con tus células
Para comenzar ha hablar con nuestras células, hay que evidenciar dos condiciones:
Hay que hablarles con amor y respeto, como si hablaras a un niño pequeño (con amor y ternura, “esforzándonos» para que lo entienda de una forma fácil). Hay que hacer entender y hacer ver que es un trato beneficioso para ambas partes (para tus células y para ti). Debes comunicarles los beneficios que pueden tener aquello que le estás pidiendo, así es más fácil que ellas acepten tus instrucciones y dejen de producir ese alteración o enfermedad.
Nuestra células responden cuando nos ocupamos de ellas, cuando las tenemos en cuenta. Cuando es así, la respuesta de las células siempre es muy positiva. Agradece a tus células el trabajo que están realizando. Es fácil conectar con ellas cuando estas en relajación, hablarles a través de un viaje por todo tu cuerpo.
Hay que ser bien conscientes de cuidar nuestro cuerpo físico, pues al fin y al cabo es la casa, la morada, el tempo de nuestra alma. Y se merece ese agradecimiento. Cada una de nuestra células merece ese agradecimiento.
Existen documentos científicos, de los que estoy muy de acuerdo, que hablan de que las células piensan y hablan entre si, son entes inteligentes e individuales que responden a una comunicación colectiva entre si. Las células tienen inteligencia propia y si entendemos este concepto podemos beneficiarnos enormemente en la aplicación para el entendimiento de las enfermedades.
Son entes más complejos de lo que creemos, capaces de demostrar una conducta inteligente que pude incluso tomar decisiones. Cosa que abre un campo maravilloso dentro de la salud y el bienestar.
Tan solo debemos entender, que cada una de nuestras células es un ser individual, que está al servicio de un destino colectivo (unión de todas tu células, al servicio de ti).
Y Tu, al igual que tus células, al servicio de un destino colectivo (como el que podría ser el destino de la humanidad) y todo esto, al servicio de algo más grande. Todo es una gran red, de sistemas y campos mórficos que al final todo lo une, en una gran red cuántica de información ilimitada.
Como hablarle a tus células
1- Nos centramos con consciencia en nosotros mismos, respiramos suave y amorosamente por unos minutos, para entrar en quietud y relajar nuestro cuerpo.
2- Nos centramos en el punto de dolor o lugar del malestar físico.
3- Seguimos respirando amorosamente.
4- Visualizamos nuestro cuerpo, visualizamos el interior de nuestro cuerpo, de nuestras células, hacemos un viaje hacia el interior de nuestro cuerpo.
5- Una vez conectado con tu cuerpo a un nivel más profundo, ayudado por la respiración y la visualización. Con mucho amor y agradecimiento, nos dirigimos con palabras a las células.
Les dices:
– Ahora os veo, ahora os reconozco. Gracias por todo lo que haces por mí, por sustentar mi vida y les enviar mucho amor. Os honro y agradezco.
– Le haces petición de lo que quieres que hagan tus células para beneficio de los dos. Recordar que el beneficio siempre es mutuo, tan solo deben ser conscientes de porqué, como cuando le explicas a un niño pequeño un concepto nuevo que sabes que va a aceptar y entender, siempre y cuando se lo expliques con amor y ternura.
– Para acabar le enviar mucho amor y agradeces por haber entendido y acogido el mensaje. Gracias por entender e integrar la petición.
Este ejercicio es muy bueno. Tendrá enormes beneficios para aquel que lo practique de forma constante. En algunos casos, según el poder mental de la persona y el malestar a trabajar, podemos ver resultados inmediatos.
Os animamos a practicar con este simple y efectivo ejercicio por beneficio de tu salud y bienestar.
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Mary Carmen
Posted at 08:28h, 31 octubreMuchísimas gracias!!!, me siento enormemente agradecida por haber encontrado ésta pagina, que estaba buscando sin saber dónde mirar, y de repente apareció justo lo que buscaba, después de indicarle a mis células lo que estaba buscando, increíble!!, no puede ser casualidad. Gracias por estar ahí..
Sitges Pranic
Posted at 10:06h, 02 noviembreHola Mary! gracias por escribirnos. Agradecidas que haya sido de tu agrado 🙂
Un fuerte abrazo de luz.
¡Namaste!