21 Dic La aceptación como vía para ser más felices. Diferencias entre aceptación y resignación.
Suelo observar en sesiones como muchas personas creen que aceptar es resignarse y nada más lejos de la realidad.
Aceptar no es resignarse. Solemos tener muy claro cognitivamente que aceptar algo no es resignarse a algo. Sin embargo, emocionalmente nos encontramos más de una vez en situaciones en las que decimos que estamos aceptando cuando en realidad solo nos estamos resignando y dejándonos llevar por las circunstancias como barcas arrastradas por la corriente. Por eso es tan importante conocer la diferencia entre aceptar y resignarse, para no vivir a la deriva.
Aceptar es un acto sublime. Es un paso indispensable para el desarrollo de la inteligencia emocional. La autoestima de las personas, su tolerancia y su valor de respeto, su capacidad de resiliencia, su integridad e incluso su capacidad de amar y de cambiar las cosas, se construyen con una buena dosis de aceptación, algo que difiere mucho de la resignación.
La aceptación implica permitir, dejar entrar, dejar salir, fluir, tener en cuenta lo que realmente hay, y no lo que nos gustaría que hubiera, para actuar. No es tragar por tragar, eso lo hace la resignación. De hecho, ahí es donde radica la principal diferencia entre ambas opciones: con la aceptación actúas, con la resignación no.
La resignación es un sentimiento dañino y negativo que nos conecta con la rabia, la frustración y la incapacidad.
Contrariamente, la aceptación es un estado de ánimo saludable y muy necesario en estos casos. Conectándonos con la libertad, la fuerza y el poder.
La resignación te invita a no hacer nada y, por tanto, a ver pasar la vida. En cambio, la aceptación nos anima a cambiar y a movernos por conseguir objetivos. Entendemos y sentimos que la realidad es así y que, partir de ahí, podemos poner todas nuestras fuerzas en construir y modificar aquello que queremos.
La serenidad llega cuando cambias las expectativas por la aceptación.
Aceptación no es resignación ¿Cuál es la diferencia?
En la aceptación uno es libre, Está en sintonía con lo que fue y con lo que es.
La resignación genera sufrimiento. Rechazo a lo que ha sido y sigue siendo.
Si acepto sigo mi camino con mi vida, mis convicciones y sabiendo que simplemente es una parte del todo.
Si pongo expectativas, tiendo a culpar al otro por no «cumplirme» o «cumplir».
Le dejo mi responsabilidad, incapacitando mi camino en la vida. Porque si doy mi responsabilidad a otros, yo no puedo hacer nada, tan solo me queda el resignarme con dolor a lo que hay, creyendo que no puedo tomar acción, ya que yo no soy el/la dueño/a de mi vida.
La aceptación es una de nuestras asignaturas pendientes. Nos cuesta aceptar todo aquello que no nos agrada o que no se corresponde con nuestras expectativas. Pero sin lugar a dudas Aceptar la realidad es el primer paso para restablecer el equilibrio en nuestra vida.
“Si no consigues lo que quieres, sufres. Si consigues lo que no quieres, sufres. Incluso cuando obtienes exactamente lo que quieres, sigues sufriendo porque sabes que no podrás tenerlo para siempre. Tu mente crea esa situación” - Sócrates.
¿Te suena?
La falta de aceptación acaba creando el bucle de la insatisfacción crónica.
A veces la vida nos somete a duras pruebas, pero cerrar los ojos ante lo que sucede o resignarnos con dolor no cambiará los hechos, al contrario, puede conducir a la aparición de trastornos psicológicos debido a la represión de los contenidos emocionales que siguen perturbándonos desde el inconsciente. «A lo que te resistes, persiste», decía Jung.
Lamentarte por lo que te ha ocurrido, no cambiará la situación. Hasta cierto punto puede ser liberador, pero si te quedas atascado/a en las quejas te convertirás en una víctima de las circunstancias.
Las quejas que no conducen a un plan de acción son una pérdida de energía, una energía que podrías usar de manera más inteligente para buscar soluciones alternativas. Pregúntate qué es lo que te molesta y qué puedes cambiar realmente de tu situación para mejorarla.
La aceptación de la realidad tal y como es nos ayudará a vivir los contratiempos con sosiego y serenidad.
Espero que te haya gustado y disfrutes del día de hoy y de todas tus emociones. Deseo prosperidad y abundancia para ti y los que amas.
Con cariño,
Kira Rion
El resumen de la semana:
– Último post en el blog: ¡Meditando con Roser Albareda!
– Último vídeo añadido en YouTube: Meditación de liberación de Karma y acontecimientos del pasado
– Píldora de contenido: Meditación para la abundancia económica
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