21 Ene Las claves para afrontar la ansiedad y el miedo.
¿Alguna vez has sufrido una crisis de ansiedad o ataque de pánico?
¿Estas ahora en este punto? ¿anticipas tus miedos? ¿sientes que no tienes el control de tus sentidos corporales y mentales?
Te preguntas: ¿Qué hago para reducir mi ansiedad?
¿Es posible vivir sin ansiedad?
Si, es posible vivir sin ansiedad. Muchas personas ya lo han superado y tu también puedes.
Lo que pasa es que hasta ahora no has conectado mente y cuerpo. Si escuchas bien a tu cuerpo, entiendes que lo que te pasa: la presión en el pecho, el sudor, los escalofríos o los mareos, está íntimamente relacionado con todos los pensamientos negativos que habitan en tu mente.
En los casos de Ansiedad es fundamental saber escuchar nuestro cuerpo de forma consciente, sin juzgar, tan solo observando. En casi todos los casos, observamos como las personas que sufren de trastornos de ansiedad, no han conectado cuerpo con mente de forma consciente.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad se define como un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Se habla de “trastorno de ansiedad” para referirse a ciertas patologías en las que el paciente experimenta un gran miedo aunque no haya una razón para ello.
La persona afectada por la ansiedad apenas puede controlar el miedo. Un miedo que se siente como una amenaza.
En estas circunstancias, el miedo tiene una función: es una señal de alarma que ayuda a evitar dicha amenaza. Cuando esta amenaza ha pasado, el miedo también debería desaparecer.
Una crisis de ansiedad se define como la aparición brusca de un miedo o malestar intenso, aparece además acompañado de alguno de los siguientes síntomas: Palpitaciones o taquicardia. Sensación de ahogo, con respiración rápida. Dolor o presión en la cabeza. Miedo o pánico. Sudoración o escalofríos. Temblores. Náuseas o molestias abdominales. Mareo. Sensación de irrealidad. Sensación de entumecimiento u hormigueo…
Es frecuente que la persona que sufre un ataque de ansiedad o de pánico, en ese momento esté pensando “Me voy a morir”. Este pensamiento surge debido a los síntomas corporales, al malestar físico y real que su cuerpo está sufriendo, y no hace otra cosa que retroalimentar todos los síntomas fisiológicos que acabamos de mencionar. Es una forma de espiral que se retroalimenta.
¿Cómo funciona este círculo de retroalimentación negativa?
A veces los sucesos estresantes provocan determinadas reacciones, activándose determinadas respuestas como las que hemos mencionado. Si interpretamos esos síntomas de forma errónea y pensamos que algo terrible nos está ocurriendo, en lugar de codificar lo que nos pasa como una respuesta normal de nuestro cuerpo frente al estrés, podríamos entrar en un ataque de ansiedad o pánico.
La angustia que sentimos ante esa misma situación hace que nuestras sensaciones se incrementen, se hagan más intensas. De nuevo las reinterpretamos y nos centramos en esas sensaciones, desencadenandose entonces pensamientos catastrofistas en los que la persona cree estar en peligro, formándose una espiral. La espiral termina cuando la persona cree realmente que la situación está bajo control, o bien cuando el objeto de pánico desaparece.
La imaginación es un arma de doble filo. En una persona con ansiedad esa imaginación suele llevarle a los peores finales posibles. Eso se debe a la convicción de que no será capaz de conseguir lo que desea y por lo tanto necesita estar preparado o preparada para lo peor.
¿Cuál es el sentido biológico de la ansiedad?
Como ves, el sentido biológico de la ansiedad está claro: la supervivencia, tomar el control de tu cuerpo para esquivar un peligro, real o imaginario. El cerebro reacciona exactamente igual ante un peligro que tienes delante de tus narices, que ante una interpretación de un estímulo y catalogándolo como potencialmente peligroso. ¡Observa y cuida tus interpretaciones y tus pensamientos!
Pero los síntomas de la ansiedad no te bloquea solo a nivel fisiológico, el bloqueo es a todos los niveles:
– Bloqueo emocional: La ansiedad te limita la capacidad de vivir el momento presente, teniendo una preocupación constante, no sabes muy bien a qué… Seguramente hablas mucho del pasado. Es posible que pases mucho tiempo imaginando cosas que ni siquiera es probable que ocurran.
– Bloqueo mental: La ansiedad te invita a interpretar la realidad de una forma catastrófica y peligrosa, solo vienen a ti pensamientos negativos y solo te enfocas en todo lo malo que está por ocurrir.
– Bloqueo espiritual: La ansiedad te impide responder a las necesidades importantes de tu ser, te impide SER.
¿Qué “conflicto” se esconde detrás de la ansiedad?
Detrás de esos bloqueos, es encuentra la desvalorización, limitación, impotencia, miedo, mucho miedo, incapacidad para afrontar algo. En realidad, la ansiedad es un síntoma que esconde otra emoción, otro conflicto realmente importante. pero que no ha salido a la superficie: ese es el que debemos buscar.
Hay que analizar cada caso de forma personalizada, para dar la respuesta acertada. Pero a nivel general, se puede encontrar:
– Falta de confianza: en el proceso de la vida y/o en uno mismo.
– Falta de autoestima, de respeto y de autovaloración.
– Ser intolerante: Exceso de auto exigencia y de comparación con otros.
– Falta de introspección real y observación consciente de los verdaderos miedos: falta de dedicación a la adquisición de recursos reales para afrontar desafíos reales.
¿Cómo libero esa emoción?
– Es fundamental tomar conciencia de que cuando hay ansiedad realmente es la imaginación la que toma el control, impidiendonos disfrutar del presente, dando paso a miedos y peligros posibles, pero improbables.
– Recuerda que estas sensaciones no son en absoluto perjudiciales ni peligrosas. Son únicamente muy desagradables. No sucederá nada peor.
– Hay que aprender a confiar más en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en nuestras cualidades, en nuestra intuición, sin sentir la presión de tener que demostrar ni demostrarnos nada. El intento de control solo produce más descontrol. Si tratamos de controlar los miedos y temores que provoca la ansiedad solo lograremos reforzarlos, y alimentarlos.
– Debes tomar consciencia de tus miedos, tener el coraje de aceptarlos, no rechazarlos, y entenderlos aunque parezcan irracionales.
– Dale tiempo al miedo para que se vaya. No luches contra él, ni te fuerces a que desaparezca rápidamente. Simplemente respira, espera y deja que se retire poco a poco. Y comprueba que cuando dejas de añadir pensamientos atemorizantes, el miedo se atenúa, se aburre y se va por sí solo.
– Debes amar tu vida, tal como es. Debes confiar en el proceso de la vida, impidiendo que tu imaginación negativa sea quien lleve el timón
Recuerda que la causa probable de la ansiedad es la falta de confianza en el proceso de la vida que fluye.
El nuevo estado mental que debes adquirir es “Me amo y me acepto tal y como soy; confío en el proceso de la vida. Estoy a salvo”.
Si tienes dificultades para afrontar la ansiedad, contacta con uno de nuestros terapeutas y te ayudaremos y guiaremos en tu camino hacia el bienestar. Trabajaremos juntos para que puedas fluir con la vida, en vez de luchar a contracorriente.
Te acompañaremos paso a paso, para que puedas recibir con amor y aceptación lo que la vida te traiga, sabiendo extraer el aprendizaje de cada experiencia y sobre todo, a ser consciente de que es imposible controlarlo todo.
Con amor, Sitges Pranic
(+34) 609 34 34 34
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