01 Ago El miedo a la soledad
En un mundo como en el que vivimos, es un riesgo olvidar que para saber quién somos debemos estar solos, observarnos desde la quietud de la soledad.
«La soledad, cuando es aceptada, se convierte en un regalo que nos lleva a encontrar nuestro propósito en la vida».
-Paulo Coelho-
Como seres humosos dependemos de un sentido de pertenencia grupal y colectiva. Pero como seres presentes, necesitamos de la soledad para indagar y reflexionar en nuestro interior, en quietud, para determinar nuestro Yo y el proyecto de nuestra vida.
La soledad para las culturas orientales:
Los lazos energéticos son unas conexiones o unos puentes de energía invisibles para el ojo humano que se crean entre las personas cuando existe un vínculo íntimo especial; por medio de estos lazos se manda o se recibe información o energía de la otra persona. Los chakras más afectados son los doce principales, pero los que más vinculados son: el Sexual, el Plexo Solar y el Corazón, pero en menor grado los demás chakras también se ven afectados.
En las culturas orientales la soledad se identifica con el silencio, con la quietud. Es través de ella que nos conectamos con nuestro interior.
El contacto con la soledad es: Estoy conmigo, busco dentro de mí, siento lo que me pasa, no dependo de elementos externos para sentirme bien y completa. Tomar consciencia de que todo empieza y termina dentro de uno mismo.
La facultad de observar e identificar los puntos de dolor en nuestro interior, a través de la soledad, es la conexión con nuestro Yo adulto.
La soledad para las culturas occidentales:
Para la sociedad occidental estar solos genera mucho miedo. En las grandes ciudades los estímulos son constantes y en ocasiones parece complicado obtener momentos de soledad y silencio en la ciudad. El ruido constate, el sobreestimado que podemos encontrar en las ciudades, en muchas ocasiones parece que ese ruido, llega a generar necesidades externas en el individuo. De forma que si no los tenemos, nos sentimos solos, nos sentimos vacíos.
Sin los estímulos externos, sentimos la necesidad de estar estimulados por otras personas, y si no es así, nos falta algo y sentimos vacío.
¿Qué es el miedo a la soledad?
El miedo a la soledad nos refleja dependencia emocional, miedo al abandono.
El miedo a la soledad está muy relacionado con las personas con estilos de vida de apego.
La personalidad de la persona, junto con sus creencias erróneas adquiridas al largo de la vida, hacen que la persona llegue a sentirse sola buscando la compañía como salida inmediata a esas emociones.
Las personas que tienden a sentirse solas, para evitar estas sensaciones, tienden a crear vínculos afectivos, con poca exigencia. Se elige una persona para sentir más seguridad o para calmar ese dolor o temor a la soledad.
Esta forma de gestionar y lidiar con la emoción no logra mejorar las emociones de soledad, de abandono, de rechazo… Pues solo las refuerzan…
Estas actitudes nos demuestran un vació en esa persona, la incapacidad de mirar en su interior e identificar cual es su miedo.
Si tienes miedo a:
Miedo a que nadie nos escuche: Debemos escucharnos a nosotros mismos.
A no hablar a nadie: miedo a hablarnos a nosotros mismos.
Miedo a no tener estímulos que nos hagan olvidar nuestro mundo interior: Miedo a estar con nosotros mismos.
Entonces ¿No estarás huyendo de estar contigo mism@? ¿A caso no es eso el miedo a la soledad?
Nos acostumbramos a estar acompañados, con gente alrededor, de manera que no sentimos ese vacío, por lo que acabamos dependiendo del exterior para estar bien. Este es un hecho muy peligrosos, pues estamos entregando nuestro poder, el estar bien, en el bolsillo de otra persona, esto solo nos va a traer disgustos y más sentimiento de soledad. Pues depositando tu felicidad en manos de otro, nunca van a ser satisfechas tus necesidades. Solo tu puedes hacerte cargo de tu felicidad.
Cuando pensamos en la idea de estar solos, sin estímulos ni personas, lo podemos sentir como un castigo, como una prisión. Nos entra miedo, miedo a estar contigo mism@. Y volvemos de nuevo fuera para llenar ese vacío.
Las circunstancias externas no solucionan el problemas, porque lo que buscamos no está fuera, sino dentro de nosotros. Llenar este vacío solo se consigue a través de la soledad, estando con nosotros mismos. Estar solos en un lugar tranquilo, observando nuestra respiración y dejándonos llevar por la quietud, es la única manera de entender que cuando estamos solos estamos en buena compañía.
¿Porqué tenemos miedo a estar solos? A nivel inconsciente nos dice:
Es miedo a encontrase con uno mismo, con nuestra verdadera esencia.
Miedo a ser quien somos, a topar con nuestras emociones y necesidades más básicas.
Miedo a dar valor de lo que viene de nosotros mismos.
Miedo a conocerse, a ver nuestras tristezas y alegrías, miedo al bienestar interior, a estar bien.
Miedo a no depender de nada, ni nadie.
Miedo a ser independiente
Miedo al propio vacío creador.
Es un temor fruto del sentimiento de desvalorización
Practicas para abandonar el sentimiento de soledad.
- Practicas de la meditación, nos ayuda a entrar en quietud y observar nuestro yo interior.
- Practicar de la respiración consciente, observar tan solo la respiración, y los efectos en nuestro cuerpo. Ayudan a entrar en estado de quietud y favorece la escucha interior.
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