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Las 4 leyes de la espiritualidad

Desde tiempos ancestrales, en la India, se enseña a los niños las cuatro leyes de la espiritualidad. Estos principios para la evolución y conciencia espiritual permanecen intactos a lo largo de los años, trasmitiéndose de generación en generación.

Se suele decir que si este texto llega a tu vida es porque estás preparado para entender que nada sucede por casualidad, que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.

Las 4 Leyes de la Espiritualidad de la India con gran sabiduría nos indican que todo está programado para que aprendamos una determinada lección en la vida y pasemos así a la siguiente.

Quizás esto te pueda parecer que no es así, pero te puedo asegurar que si empiezas a aplicarlas a tu vida, darás un gran paso para encontrar la paz interior y conectar con tu verdadera esencia.

Las cuatro leyes de la espiritualidad:

La primera ley de la espiritualidad nos dice: La persona que llega es la persona correcta.

Las personas que llegan a nuestras vidas no aparecen por casualidad, todas las personas que nos rodean, con las que nos relacionamos, están aquí por algo, para hacernos aprender una valiosa lección y avanzar en cada situación que nos toca. Incluso las personas que no nos gustan, las que nos hacen daño, las que nos dan repelús… todas ellas están ahí por algún motivo.

Nuestra evolución espiritual depende de cómo afrontemos nuestras relaciones con todos los que nos rodean y compartimos. Algunas personas serán para nosotros faros de luz en este camino de la vida y otros quizás sintamos que nos frenan en este camino, mostrándonos nuestras propias zonas de oscuridad, permitiéndonos trascender las dualidades, para que podamos vivir los fenómenos completos. Pero TODOS, todos están allí para aportarnos algo.

Debemos ir aprendiendo de cada relación, somos una suma de aprendizajes que conforman nuestro destino. Y cada persona con la que intercambiamos nuestra energía, se convierte en un maestro. Aprendamos de ellos.

Cada situación tiene un aprendizaje que llevará tiempo asumir. Con el tiempo sabremos agradecer las piedras que encontramos en nuestro camino de la vida porque todas suman algún tipo de aprendizaje, están ahí por algo.

Dos almas no se encuentran por casualidad.

El segundo principio espiritual: Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido.

Esta quizás es de las que más me gusta.

Nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber ocurrido de otra manera. Y si así fué, es que así tenía que ser.

Ni siquiera el detalle más insignificante podría haber sido diferente. Lo que ocurrió solo podía pasar de esa manera, y tuvo que haber sido así para que aprendiéramos esa lección y siguiéramos adelante en nuestro camino.

Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas para nuestro crecimiento interior, aunque nos resistamos, aun que no queramos y luchemos a contracorriente a través de nuestro ego.

Este es el principio que nos permite aceptar todo como fué. Si no podía ser distinto, no vamos a entrar en lo que podría haber sido, no vamos a malgastar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestros pensamientos con: y si hubiera… El “y si hubiera…” desaparece. Lo que hiciste es lo único que podría haber sucedido, no podía ser de otra manera. Nos saca del regocijo del error pasado, salvandonos de que entramos en lo que pudo haber sido y no fué, no hay cabida para ello.

Con este principio entendemos que debemos aceptar y afrontar que el equivocarse forma parte de la vida.

Recuerda que si pudieras borrar todos los errores de tu pasado, también borrarías toda la sabiduría de tu presente. Recordamos la lección, no la decepción. Agradece esas enseñanzas.

La tercera de las leyes de la espiritualidad india nos dice: En cualquier momento que comiences es el momento correcto.

Las circunstancias, hechos, acciones que desarrollamos, empiezan en el momento justo, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es en ese preciso instante cuando comenzará. Este principio nos conecta con la confianza, CONFÍO. Todo es cuando tiene que ser.

Si conseguimos mantener la actitud y humildad de saber que todo ocurre en el instante que debe ser y no cuando nosotros queremos que ocurra, daremos un paso de gigante en nuestro camino. Mientras ocurre, disfrutemos lo que tenemos, disfrutemos del momento presente. Ayudándonos a aceptar y aquietar nuestra mente de ruidos externos. Abriéndonos en confianza a la aceptación de todo como es.

La cuarta y última ley de la espiritualidad dice: Cuando algo termina, termina.

Es así, si algo termina en nuestra vida, termina. Las personas, los trabajos, las circunstancias, la familia, la pareja, las casas nos acompañan a nuestro camino de vida hasta que han “hacho su función” y llega un momento que debemos dejarlos atrás para poder abrirnos a lo nuevo. Y eso nos permite seguir abriéndonos a lo nuevo, lo viejo da espacio, cede su lugar para que puedas abrirte a lo nuevo y así seguir con tu evolución, con tu camino de vida. Por lo tanto es mejor no mirar atrás, es decir; no engancharse en el pasado, si honrarlo por los aprendizajes, no olvidarlo, sinó permitirte abrirte a lo nuevo, a lo que tiene que venir… para seguir hacia adelante y avanzar con esa experiencia integrada ya en nuestro ser.

Dejar que lo que tengas que ser sea, que lo que tenga que ir se vaya y dejando que lo que tenga que venir venga. Eso nos recuerda que debemos fluir con la vida, soltar las retenciones, dejar de luchar y rendirnos a todo tal y como es.

Esa es la grandeza de estas 4 leyes, estas 4 leyes nos ayudan a entender que no debemos fluir, no resistiros, luchando y malgastando energía por algo que no tiene que ser. Nos ayuda a entender y aceptar todo tal y como es. Y solo a través de la aceptación a todo tal y como es vamos a poder saborear el bienestar, la paz y felicidad que tanto anhelamos.

Piensa que no es casual que estés leyendo esto ¿no crees? Al menos merece que le demos un par de vueltas… y si pasamos a la acción mucho mejor. Espero sinceramente que este artículo haya sacudido vuestra vida como vuestro alma.

¡Que tengas un lindo día!
Con cariño, Sitges Pranic

El resumen de la semana:

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